Aveces usamos algun medicamento sin conocer los efectos secundarios que estos pueden ocasionar en nuestro organismo, muchas veces creemos tener la solución a nuestros problema, pero resulta ser que cavamos nuestra tumba.
Todos sabemos que tomar medicamentos por cuenta propia y sin supervisión médica no está bien, pero a menudo seguimos los consejos de familiares y amigos que nos recomiendan tal o cual remedio que califican de milagroso y con el que ellos mismos obtuvieron resultados increíbles y entonces eso lo convierte en algo apto para utilizar.
En otros casos, nos acostumbramos a un determinado medicamento que habitualmente consumimos sin prestar real atención a las consecuencias que pueden tener para nuestro organismo a largo plazo o aún pero, cometemos la imprudencia de no leer los prospectos con las contraindicaciones de las que advierte el propio laboratorio, generando complicaciones peores que las que queremos resolver.
Este es el caso del Omeprazol, que desde hace años se utiliza para tratar la dispepsia, la úlcera gástrica y enfermedades relacionadas con el reflujo gástrico y también cuando el estómago produce demasiado ácido, generando acidez estomacal, pero lo que muchos desconocen es que este medicamento impide el proceso normal de digestión.
Precisamente uno de los motivos por el que se administra es el causante de este problema, porque los ácidos gástricos son necesarios para la digestión de los alimentos, de modo que la inhibición de estos ácidos por parte del Omeprazol, supone consecuencias negativas para la asimilación de los nutrientes durante el proceso digestivo.
¿Qué otras consecuencias genera el uso indiscriminado del Omeprazol?
- El uso prolongado de Omeprazol disminuye los niveles de vitamina K12 en nuestro organismo produciendo daño neurológico, depresión y anemia.
- Se incrementa el riesgo de fracturas y osteoporosis porque afecta la absorción del calcio por parte de los huesos.
- La disminución del ácido en el cuerpo es directamente proporcional al incremento del riesgo de contraer infecciones ya que las bacterias no encontrarán “enemigos naturales” en nuestro cuerpo.
La salud es un bien que no siempre apreciamos. Antes de ingerir medicamentos consulta a un médico y lee atentamente las contraindicaciones de los prospectos.
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